viernes, 26 de septiembre de 2014

Filósofos piden a la SEP modificar perfil para maestros de ética y lógica

Laura Poy y Arturo Sánchez
 
 
Periódico La Jornada
Viernes 26 de septiembre de 2014, p. 41

Profesores y especialistas integrantes del Observatorio Filosófico de México (OFM) demandaron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) modificar el perfil profesional solicitado en el concurso de ingreso al Servicio Profesional Docente para ocupar las plazas de profesores de lógica, ética y filosofía en educación media superior, pues se incluyen 22 formaciones universitarias que “no tienen nada que ver con la filosofía”.

martes, 23 de septiembre de 2014

¿Por qué tanta violencia? Pregunta René Girard

“¿Por qué tanta violencia alrededor de nosotros? Esta es la pregunta más debatida de nuestros días y aquella que suscita las respuestas más decepcionantes”.
En efecto, la violencia es uno de los factores fundamentales que han provocado y siguen provocando el cambio, la decadencia o, al menos, la des-estabilización de las culturas y sociedades en nuestros tiempos. Con todo, y a pesar de que siempre ha estado presente en la historia humana, la violencia pocas veces ha sido estudiada de manera sistemática. René Girard es uno de los pocos pensadores que han reflexionado a fondo el tema de la violencia y su dramática realidad en la vida humana, al tiempo que propone un camino de solución. Los invitamos a leer este interesante artículo:

jueves, 18 de septiembre de 2014

No hay una educación transformadora sin una apuesta por la belleza y el amor

Con la entrada del día de hoy les compartimos el texto de la conferencia de clausura del Congreso por el Derecho a la Educación, dictada por Daniel Jover.

En sus líneas, Jover nos invita a "reivindicar la eutopía educativa como el espacio donde experimentamos la causa humana. No hay educación transformadora sin una apuesta por la belleza y el amor. El gran Paulo Freire nos decía un día que la mejor manera de embellecer el mundo es transformándolo. La apuesta educativa es una opción ética, pero también estética, porque el ser humano necesita luz y la educación necesita luz natural".

Estamos seguros que, a partir de lo propuesto en el escrito, ustedes también podrán realizar valiosas consideraciones sobre el quehacer educativo.



Esperamos sus comentarios y reflexiones

martes, 9 de septiembre de 2014

Pobreza, falta de empleo y crisis económica: ¿hay un futuro para México?

En la pasada EXPO ARU 2014, celebrada en la Ibero México el 27 y 28 de agosto, la Mtra. Ximena Gallegos nos compartió este interesante texto en el panel: Pobreza, falta de empleo y crisis económica: ¿hay un futuro para México?

El tema es la problemática de la migración, escrito por el Dr. Javier Urbano Reyes[1] y la Mtra. Ximena Gallegos Toussaint[2]


Por principio, deseo disculparme por no estar presente en este importante foro. Las labores que realizamos en el PRAMI frecuentemente nos someten a situaciones y compromisos que no respetan la planificación y a veces ni siquiera nuestra voluntad.

Envío respetuoso saludos a nuestro rector, a las autoridades académicas, profesores y  a todos los presentes.

Quisiera comenzar esta presentación con una anécdota. Soy afecto a éstas porque he tenido la oportunidad de dos cosas esenciales en mi vida, de las cuales han salido una enorme cantidad de enseñanzas que han moldeado mi desarrollo personal y profesional: venir de una familia muy pobre, de donde aprendí el valor de la disciplina y la constancia; y en segundo lugar, trabajar desde hace más de dos décadas con una de las poblaciones más vulnerables y frágiles en el mundo como son los migrantes.

La anécdota es esta: en julio de 2009 tuve la primera oportunidad de subirme al tren de migrantes a quien todos los medios y los propios migrantes llaman La bestia. Mi percepción es que su nombre no sólo viene del costo en vidas y mutilados que ha cobrado esta máquina, sino del ruido que hace al avanzar: bufa como un cebú, como un toro bravo, y se sacude; a veces incluso se bambolea hasta medio metro. Pues en este tren me encuentro con uno de mis hermanos migrantes y me cuenta su historia: que ha dejado a sus dos hijos, a su esposa, a sus padres pues en Honduras no hay buenos empleos; él gana menos de 250 pesos por semana (al tipo de cambio por Lempiras, por supuesto) y vive con su familia en casa de sus padres; este dinero sólo le alcanza para dos o tres días. De pronto para en seco la conversación y me hace una pregunta que años después me sigue persiguiendo: ¿tú qué harías si en la mañana se levantan tus hijos y te pidieran pan, leche, huevo, y tú no tuvieras nada qué darles? Y antes de darle yo cualquier respuesta, él la responde: lo que sea necesario, por eso estoy aquí “porque si Dios quiere y me deja llegar a Estados Unidos,  pronto mis hijos van a tener para comer bien todos los días, van a ir a la escuela y van a lograr ser profesionistas.” Aún me conmueve esa última parte: ser profesionistas, y me sacude porque estamos en una universidad en la cual ser profesionistas parece ser de lo más sencillo en tanto que para este migrante es prácticamente la cúspide de su realización personal y familiar. 

Casi 40 horas después de viajar yo desciendo en Coatzacoalcos, Veracruz y él sigue su camino. Si le fue bien, mal  o peor, no lo sé. Tengo fe (sentimiento nada científico por cierto), en que haya llegado con bien a su destino. Me dijo que iba a Florida y que buscaba trabajar de jardinero porque era bueno para esa labor. Lo supongo porque en el camino  hubo tiempo suficiente para recibir una verdadera cátedra sobre flores, plantas, formas de regar, etc.

Lo que quiero decir con esta anécdota es que el encuentro con esta persona y con los ya miles de migrantes con quienes he podido compartir mi vida, tiene como telón de fondo la pobreza y la exclusión, con un pequeño detalle que siempre vale la pena recordar: este “buscador de sueños” no es de las personas más pobres de Centroamérica, como no son los más pobres los que en forma indocumentada salen de sus países en todo el mundo. Los pobres extremos ni siquiera tienen la capacidad de movilidad geográfica, de ahí que el que migra cumple ciertos requisitos que en este momento no se pueden explicar por la premura del tiempo.

Igual que los migrantes centroamericanos, los mexicanos siguen viajando a Estados Unidos expulsados por la misma situación de pobreza. Y reafirmo que siguen saliendo porque se difunde desde hace dos años o más que la migración mexicana ya está casi en punto cero. Yo quisiera ver si los que hacen datos se han acercado a los albergues para migrantes, especialmente en la frontera norte o si han reparado en la cantidad de migrantes que ha expulsado el deportador en jefe (Barack Obama): casi 2.5 millones en toda su gestión. Y contando.

Valgan estas reflexiones para comentar sobre algunos temas, retos o pendientes que el país tiene en su condición de país de de origen, tránsito o recepción y su vínculo con la materia que nos convoca como lo es la pobreza y la crisis:

1.- La reflexión sobre el contexto en el cual se busca democratizar al acceso a los bienes básicos para el desarrollo

2.- Los pendientes internos –la mayor parte de ellos vergonzosos- en relación a nuestras perspectivas de bienestar y su vínculo con quienes hasta hoy no han recibido la noticia de que “les va a ir bien en un futuro”

3.- Las obligaciones, los deberes que México tiene en materia de desarrollo para con sus vecinos en el mundo, pero en especial con Centroamérica

4.- Los retos de que las propuestas para enriquecer nuestra narrativa no vengan desde “ni de arriba ni de los lados”, sino desde abajo, desde una sociedad que en mi parecer cada vez está más organizada

5.- El papel que debe guardar la universidad, que en muchos casos ha perdido relevancia como centro de debate y aún más como espacio de diseño y gestión de soluciones

1.- La reflexión sobre el contexto en el cual se busca democratizar al acceso a los bienes básicos para el desarrollo. Según informes de OXFAM, casi la mitad de la riqueza planetaria está en manos de sólo el 1% de la población;  la riqueza de este 1% de la población privilegiada asciende a 110 billones de dólares, una cifra que es 65 veces mayor al total de la riqueza que posee la mitad más pobre de la población planetaria.

Viendo estas cifras, ¿es de verdad viable pensar en una distribución más democrática de los satisfactores cuando la propia naturaleza del modelo de desarrollo –del cual nuestros gobiernos son fervientes seguidores- es exactamente lo contrario a la distribución igualitaria?

Los esfuerzos por reducir las brechas de desigualdad en el mundo en lo general y en México en lo particular pasa no solamente por procesos productivos. Es más, yo creo que ni siquiera pasa por eso en forma primaria. Creo que ese cambio de narrativa productivista pasa por la educación, es decir, formar a nuestros jóvenes en la solidaridad y en el humanismo, pero sin perder la necesaria atención al mercado, pero desde una orientación ética en la cual la rentabilidad sea vasallo y no rey, en los objetivos de desarrollo. En muchos casos formamos alumnos “con la vista puesta en los espectadores” y peligrosamente orientados hacia sí mismos. Valga el ejemplo de que muchos profesionistas con quienes he convivido piensan que los migrantes, nacionales o extranjeros, traicionan a su país y que abusan de la seguridad social o peor aún: que la política pública no tiene porqué meterse en este asunto porque primero son los mexicanos y luego los demás.

2.- Los pendientes internos –la mayor parte de ellos vergonzosos- en relación a nuestras perspectivas de bienestar y su vínculo con quienes hasta hoy no han recibido la noticia de que “les va a ir bien en un futuro”. México, dicen los informes, tiene 5.5 millones de analfabetos; tiene un nivel educativo –véase los registros PISA- que no invitan al optimismo; más de 34 millones tiene rezago educativo; 8 de cada 10 indígenas no cuentan con educación básica, de lo que se desprende naturalmente que en tanto el 17 por ciento de la población del país ingresa a educación universitaria, en el caso de la población indígena sólo lo hace el 1 por ciento. Cifras más claras no puede haber: la política pública educativa no sólo tiene graves fallas, también tiene tufo racista.

3.- Las obligaciones, los deberes que México tiene en materia de desarrollo para con sus vecinos en el mundo, pero en especial con Centroamérica, con quienes tenemos muchas deudas históricas. México hace tiempo que aceptó el discurso del mundo desarrollado en relación a las poblaciones migrantes: el éxito de una política migratoria sólo puede ser medido desde el principio de la contención: el aumento del número de deportaciones, el diseño de un programa denominado Frontera Sur que en nada abona a la reducción del sufrimiento de las personas que pasan por la frontera con Centroamérica; las advertencias de la autoridad de que se prohibirá a los migrantes subirse a La bestia, no permite identificar nada que se parezca a una política humanitaria, solidaria, de acompañamiento. Para los que hemos pasado más de una década trabajando en la frontera sur y sureste, las políticas anunciadas por este gobierno sólo han tenido a un ganador: los traficantes de personas, el crimen organizado que se dedica a la trata. Entre más dificultades para el tránsito, más caros los “servicios” de traslado y con ello más ganancia, más plusvalía para la venta de carne humana. Valga este ejemplo: hace cerca de 15 años el paso en la frontera norte desde el centro del país no rebasaba los 1,000 dólares; después del inicio de los operativos de frontera, el aumento del presupuesto para la Border Patrol y el incremento de personal de contención, el tráfico de migrantes elevó su costo de 1,000 a más de 5,000 dólares, llegando incluso hasta los 7,000 según el grado de seguridad que tenga capacidad de pagar el cliente.

Este mismo fenómeno es el que se desarrolla en la frontera sur de México: a principios de este siglo los migrantes llegaban a necesitar menos de 300 dólares para pasar por la frontera mexicana. Hoy no se puede con menos de 1,500 ó 2,000 dólares sólo para llegar a la frontera sur de Estados Unidos, ello sin contar con el masivo mercado paralelo que estas personas generan en su paso: la señora que vende agua a los nacionales a 10 pesos y que a los migrantes se las vende en 50; el transporte público que para el mexicano cuenta 8 pesos para el migrante es de 35 pesos, amén de la extorsión de sufren de parte de funcionarios en sus diversos niveles. En fin, que el migrante como mercado y como mercancía no tiene desperdicio.

Y sin embargo, pese al aumento irracional de los delitos contra estas personas, los asesinatos, las violaciones, los delitos de trata, los mutilados o los niños en tránsito, nuestras autoridades no pueden o no quieren aceptar que las políticas de contención no reducen la vulnerabilidad, sino que la aumentan, que la única forma de enfrentar esta problemática es enunciando y respetando los dos principios básicos de la movilidad humana: proteger el derecho a migrar, pero sobre todo, promoviendo el derecho a no migrar a través de programas de desarrollo, financiando iniciativas de recuperación del tejido social, potenciando el intercambio educativo y la transferencia tecnológica. En los estudios sobre desarrollo se dice que construyendo una escuela se deja de construir una cárcel, pero esto requiere planificación, gestión, evaluación, y todo ello junto supone años, décadas, pero las décadas no contabilizan votos: parece ser que lo único útil en política es lo de corto plazo y por ello si no es rentable inmediatamente, ¿para qué hacer acciones, y si son acciones para una población que ni siquiera es nacional, qué utilidad tiene?; y entre tanto, se sigue justificando la creación de centros de detención, de estaciones migratorias, colocación de bardas y vallas.

Pensemos también en la economía que genera la movilidad de las personas migrantes, un negocio muy atractivo para muchos. En la travesía por México hacia Estados Unidos,  los cerca de 400 mil migrantes que cada año recorren esta ruta, dejan millones de dólares a múltiples actores con los que se topan en el camino, incluyendo autoridades, población civil y crimen organizado. Valga como ejemplo el siguiente testimonio:

Tengo dos meses y medio de viaje. Salí de Choloma y tomé un camión que me llevó hasta Tecún Umán (Guatemala), por ese viaje pagué dos mil lempiras (poco más de 1200 pesos). Para cruzar el río y llegar a México no pagué, porque me lo eché nadando. Agarré la combi para Tapachula, me cobraron 500 pesos, íbamos como 15 migrantes. En Arriaga (Chiapas) me subí al tren. Ahí la mafia, me cobró cien dólares; pagué otros cien en Tierra Blanca (Veracruz) y otros cien más adelante, ya no me acuerdo cómo se llama el lugar…

El negocio es grande y diverso[3].

Hay que pagar para todo: para cruzar, para subirse al tren, para comer (los vendedores les suben los precios), para moverse, para que lo dejen en paz, para que la policía y demás autoridades no lo golpeen ni lo detengan (cuando no es un delito ser indocumentado),  hasta por ser mujer hay que pagar con el cuerpo.

El migrante es despojado del poco dinero que trae y del que gana trabajando en el camino. Su detención y deportación (de acuerdo al INM se realizaron 40, 092 retornos asistidos entre diciembre 2012 y junio 2013 a Centroamérica)  también significa ganancia económica.

La empresa de autobuses turísticos Space Tours, de Adán José Lecona Guizar, ha firmado desde el 2003 varios contratos con el INM para reptatriarlos. En el 2012 obtuvo tres contratos por más de 15 millones de pesos. En 2013 por el servicio de traslado durante un mes recibió 3 millones 819 mil 864 pesos. A principios del 2014 obtuvo de manera directa un contrato para todo el año por 37 millones 542 mil 229 pesos.

Otra empresa que goza del negocio de repatriar migrantes el Pullman de Chiapas que, de manera directa, recibió del INM un contrato de 78 millones 420 mil 676 pesos[4].

Las políticas de migración se basan en la seguridad y en la facultad que tienen los estados para controlar los flujos migratorios, dejando de lado la protección de las personas migrantes, que por el hecho de serlo, representan uno de los grupos de población más vulnerables. Esta protección universal, sustentada en múltiples instrumentos internacionales de derechos humanos debiera regir las políticas públicas. No solamente las de migración, sino las políticas públicas para el desarrollo, que permitan a las personas realmente decidir si migran o no y esto sólo es posible cuando se pueden ejercer las capacidades humanas, esto es, como dice Martha Nussbaum, lo que la gente puede hacer y quiere ser en concordancia con una vida digna.

Las personas migrantes que tienen una vida, un proyecto para salir adelante trabajando, se topan con la extorsión por parte de funcionarios mexicanos, de civiles, de pandillas y  del crimen organizado en total impunidad. Todo esto sucede en un país democrático, en el que se prohíbe la discriminación y se proclama la máxima protección para todas las personas de acuerdo al principio pro persona (significa que todas las autoridades están obligadas a garantizarlo). En un país en donde no tener papeles es una falta administrativa, no un delito y por tanto, la detención o “alojamiento”, como dice la ley, debiera ser una excepción, no la regla.

Decidir (si cabe esta palabra en un contexto de circunstancias forzosas) dejar el hogar para buscar una mejor vida y moverse entre fronteras cruzando México, es el viaje más caro. No sólo por el esfuerzo económico, la explotación y despojo al que se someten los migrantes, sino porque muchas veces el viaje se paga con la integridad y hasta con la vida y la vida no tiene precio.

4.- Los retos de que las propuestas para enriquecer nuestra narrativa no vengan desde “ni de arriba ni de los lados”, sino desde abajo, desde una sociedad que en mi parecer cada vez está más organizada. En nuestro espacio de labor, la atención a las poblaciones migrantes, se nota un gran activismo, un gran entusiasmo por proponer alternativas, nuevas narrativas a la atención a las poblaciones empobrecidas; se comienzan a ejecutar desde la base proyectos de desarrollo local en poblaciones ignoradas permanentemente por las políticas de desarrollo gubernamentales; sin embargo, siguen siendo pocas y descoordinadas; la capacidad de la sociedad civil organizada para influir en la reorientación de la política pública sigue siendo muy deficiente y en diversos casos poco operativa porque en muchas ocasiones prima la urgencia de  sobrevivir de parte de la ONG’s antes que el que el fortalecimiento de las iniciativas con otras organizaciones homólogas. Sin embargo, se aprecia un camino consistente, una agenda cada vez más sólida, pero con los retos ya enumerados atrás.

5.- El papel que debe guardar la universidad, que en muchos casos ha perdido relevancia como centro de debate y aún más como espacio de diseño y gestión de soluciones. Es cierto, debemos reconocerlo, la universidad ha perdido parte de su papel como espacio de creación, se ha reducido su importancia como actor que propone soluciones a los grandes problemáticas del país; el sistema de incentivos a los investigadores en mi opinión favorecen la paranoia del número por encima del impacto social del proyecto. Me explico con preguntas: ¿los artículos dictaminados a cuántos puntos valen?; ¿cuántos puntos vale un libro?; ¿cuántos puntos vale un congreso, una dirección de tesis doctoral?, pero las respuestas que se puedan dar en todos los casos son intermedias, dado que la siguiente batería de preguntas podrían versar sobre: ¿qué variable de desarrollo impactó con su investigación, cómo contribuyó el artículo al rediseño de una estrategia, una acción? Y si fuera el caso, ¿cuántas personas fueron beneficiadas con su proyecto, su patente?

Finalmente, desde el Programa de Asuntos Migratorios, desde nuestro espacio de trabajo, creemos que la pobreza, la  exclusión, no puede ser interpretada desde el principio de la fronterización: no es un asunto sólo de México, de sus límites territoriales. Creemos que la reducción de esta grosera brecha entre pobres y privilegiados pasa por reconocerlo como un reto global, y que por lo tanto su atención debe sentarse en la formación de redes en el mismo sentido global, es decir, problemas globales que requieren talentos locales, no somos una isla y por tanto nuestra responsabilidad pasa por el mundo, aunque las soluciones terminen siendo operadas en la localidad.

Muchas gracias por su atención

Dr. Javier Urbano Reyes y Mtra. Ximena Gallegos Toussaint
Programa de Asuntos Migratorios (PRAMI)




[1] Es coordinador del Programa de Asuntos Migratorios (PRAMI)
[2] Es investigadora del Programa de Asuntos Migratorios (PRAMI), presentó la ponencia en representación de Javier Urbano.
[3] Gómez Durán, Thelma y Castillo, Alonso , “Vivir de los migrantes” disponible en http://enel camino.periodistasdeapie.org.mx/historia/vivir-de-el-los-migrantes/

[4] Ibid.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Espiritualidad, religión y sentido de vida ¿Se puede hablar de Dios hoy?



Uno de los retos de la posmodernidad es cómo hablar de la experiencia de Dios. En las últimas décadas los seres humanos intuimos que para poder hacerlo hay que escuchar diferentes voces para que juntos y juntas podamos entablar un diálogo interreligioso y descubrir nuevos caminos para hablar de Dios hoy…
El Programa de Reflexión Universitaria de la Universidad Iberoamericana para poder reflexionar sobre estas preguntas organizó como cada año la  EXPO ARU 2014 donde se muestran algunos trabajos de los alumnos que plasman sus inquietudes, sus preguntas y sus reflexiones sobre diversos temas del humanismo. Pero, además, se organizaron algunos paneles  para  reflexionar algunos temas de interés para los jóvenes y uno de ellos es ¿Cómo hablar de Dios  hoy? Por eso, el miércoles 27 de agosto  se presentó un panel sobre Espiritualidad, religión y sentido de vida ¿Se puede hablar de Dios hoy?

El rabino Leonel Levy de la comunidad de Bet (Polanco) egresado del Seminario Rabínico Latinoamericano en Buenos Aires Argentina y con un Master en Filosofía judía en Israel nos invitó a una introspección sobre nuestra vida y el tiempo como una bendición de Dios para hacer algo por los otros.  Los seres humanos tenemos el compromiso de hacer nuestro mundo un lugar donde Dios pueda vivir, por eso hay que repararnos y reparar a la sociedad. 

Recordó el relato de Abraham donde este patriarca se tiene que dar cuenta que su hijo no es su posesión y que Isaac tiene que hacer su propio proyecto de vida. Concluyó el rabino exhortándonos a comprometernos para hacer un mundo más justo lleno de esperanza. 

Además, estuvo en el panel el Ing. Erham  Cokcoskun quien nació en Estambul, Turquía y es el director del Centro Cultural Turco en México. Él comenzó su participación haciéndose las preguntas fundamentales del ser humano como el origen, el sentido a la vida, hacia dónde vamos entre otras. Para él una de las preguntas fundamentales es ¿quién es el ser humano?

El Ingeniero abordó esta pregunta desde la misión profética, pues afirmó que las personas somos moldeadas por los valores divinos. Citando el Corán nos recordó que Dios nos creo como seres únicos e irrepetibles y que todo es un don porque Dios que es compasivo y misericordioso. Al intentar responder a esta pregunta constatamos que las personas somos libres para creer, conocer y amar a Dios. 

Por último, contamos con la presencia de la Dra. Marilú Rojas quien es teóloga feminista  con estudios de doctorado en la universidad de Lovaina. Desde la teología feminista afirmó que el cristianismo está  dirigido por hombres y no hay equidad con las mujeres. Por eso, es importante y necesario escuchar las diferentes voces para que juntos y juntas podamos encontrar nuevos caminos para hablar de Dios hoy.

Ella planteó la posibilidad de repensar la manera como se organizan las  tradiciones religiosas, para evitar la discriminación y la violencia. Propuso un diálogo respetuoso y atento, para, así,  reconocer que todos y todas somos personas creados por Dios como Padre/Madre.

Ante el patriarcado que propicia relaciones excluyentes y violentas planteó  la posibilidad de establecer una lógica de respeto, equidad, libertad y así  construir la paz con justicia para que Dios se haga presente en la historia. 

Después de haber escuchado diferentes voces de las diversas tradiciones religiosas podemos reflexionar la necesidad de repensar cómo hablar de Dios hoy. Los tres participantes coincidieron en la necesidad de comprometerse a construir un mundo con justicia y paz lleno de esperanza. Y como dice Hans Küng “No habrá paz entre los pueblos  si no hay paz entre las religiones del mundo”.
Mtra. Mónica Chávez Aviña

Coloquio “Memoria del 2 de Octubre. Reflexiones Filosóficas y Culturales.”


Coloquio “Memoria del 2 de Octubre. Reflexiones Filosóficas y Culturales.”



PROGRAMA
9.30-10:00 hrs. Inauguración: Mtro. David Fernández Dávalos, Mtro. José  Ramón Ulloa,
Dr. Pablo Lazo, Dra. Hilda Patiño
10:00-11:00 hrs.  Conferencia magistral: Elena Poniatowska
11:00-13:00 hrs. Mesa 1: Reflexiones filosóficas sobre el 2 de octubre
·         Memoria del 2 de octubre y resistencia política, Pablo Lazo (UIA)
·         La voz de los filósofos en el 68 mexicano,  Ricardo Mazón (UIA/ULSA)
·         ¿Qué hemos hecho con la herencia del 68?, Guillermo Alfaro (UIA)
13:00-15:00 hrs. Mesa 2: Reflexiones culturales sobre el 2 de octubre
·         Lucía Sánchez de Bustamante (Coordinadora del museo de Tlatelolco)
·         Salvador Guillermo Arroyo (Director del proyecto Tlatelolco, INAH)
·         Esmeralda Reynoso (Coordinadora del memorial del 68, centro cultural Tlatelolco)
Aula Santa Teresa
16:00-18:00 hrs. Conferencia de clausura. Mtro. David Fernández Dávalos,
Rector de la Universidad Iberoamericana
18:00-20:00 hrs. Documental: “El paciente interno” diálogo con el director Alejandro del Solar



¡Están todos cordialmente invitados!