Casa
común. “Nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos
la existencia y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: Alabado
seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre Tierra, la cual nos sustenta y
gobierna, y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas… esta
hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del
abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella”, señala al referirse a la
destrucción del medio ambiente al que se debe proteger, cuidar y mejorar. La
humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa
común.
Ciencia.
El Papa dice que un consenso científico muy sólido indica que el calentamiento
global es real, y limitará la cantidad de agua potable, dañará la agricultura,
provocará la extinción de algunas plantas y animales, acidificará los océanos y
aumentará el nivel del mar de un modo que podría inundar algunas de las
ciudades más importantes del mundo. Parte del cambio climático ocurre de forma
natural, apunta, pero estudios científicos indican que el calentamiento global
es resultado principalmente de la actividad humana. Además, llama a hacer más y
mejores estudios sobre los organismos genéticamente modificados y su
complejidad.
Tecnología.
La tecnología que, ligada a las finanzas, pretende ser la única solución a los
problemas, de hecho suele ser incapaz de ver el misterio de las múltiples
relaciones que existen entre las cosas, y por eso a veces resuelve un problema
creando otros. Añade que ciencia y tecnología no son neutrales, sino que pueden
implicar en un proceso diversas intenciones y posibilidades. Nadie pretende
volver a la época de las cavernas, pero sí es indispensable aminorar la marcha
para mirar la realidad de otra manera, recoger los avances positivos y
sostenibles, y a la vez recuperar los valores y grandes fines arrasados por un
desenfreno megalómano, anota.
Cultura.
Francisco resalta que estos problemas están íntimamente ligados a la cultura
del desecho, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas
que rápidamente se convierten en basura. Propone contrarrestar esa cultura, ya
que termina afectando al planeta entero. Dice que la Tierra, nuestra casa,
parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería, por lo que
llama a hacer cambios de estilos de vida, de producción y de consumo.
Economía.
Jorge Mario Bergoglio dice que los países más ricos tienen una deuda ecológica
con los que están en vías de desarrollo, cuyos recursos están siendo extraídos
para alimentar la producción y el consumo de las naciones industrializadas.
Califica esta relación de estructuralmente perversa y rechaza el argumento de
que el crecimiento económico puede solucionar por sí solo el hambre y la
pobreza en todo el mundo, así como restaurar el medio ambiente; argumenta que
este pensamiento es una concepción mágica del mercado.
Política
gubernamental. Afir-ma que se necesitan leyes de los gobiernos para frenar el
cambio climático y que es esencial concebir instituciones internacionales más
fuertes y eficientes, con poder para imponer sanciones ante el incumplimiento
de esas normas. Un consenso global es esencial para confrontar los problemas
más graves, que no pueden ser resueltos por acciones unilaterales de parte de
países en solitario, sentencia Francisco. Sin embargo, asegura que las leyes
por sí solas no solucionarán el problema. Se necesita un cambio de ética en todo
el mundo que incluya como prioridades el cuidado de la naturaleza y a las
personas.
Gente. El
Papa sostiene que cada actividad que afecta a la naturaleza debe tener en
cuenta los derechos fundamentales de los pobres y los desfavorecidos. En su
texto apunta que el consumismo inmoral permite la continuidad de la degradación
del medio ambiente. Pide utilizar las redes sociales para presionar a líderes
políticos por un cambio y ayudar a quienes han perdido sus viviendas o empleos
por el cambio climático. También insta a la gente a hacer pequeños cambios en
su estilo de vida, incluyendo utilizar el transporte público o coches
compartidos, plantar árboles (y) apagar luces innecesarias.
Fe.
Francisco cita las principales enseñanzas del catolicismo respecto del cuidado
de la creación y los pobres, al tiempo que argumenta en favor del imperativo
moral de proteger el medio ambiente. Echando mano del Génesis 2:15, recuerda
las tareas de cultivar y cuidar la Tierra. El primer Papa latinoamericano pide
orar por que avancen las negociaciones sobre el clima en la Organización de las
Naciones Unidas, y escribe dos nuevas oraciones para la protección del medio
ambiente: pide a Dios que lleve curación a nuestras vidas, para que podamos
proteger el mundo y no abusar de él, y tocar los corazones de aquellos que sólo
buscan beneficio a costa de los pobres y la Tierra.
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